Nadie sabe de dónde pudo haber escapado. Tampoco hay certeza absoluta sobre su existencia, pero desde hace casi tres meses las autoridades de la provincia de Buenos Aires rastrean la posible presencia de un puma a pocas cuadras de la residencia presidencial de Olivos, donde vive la vecina más famosa del barrio: la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.
Veronica Smink
Todo comenzó en los primeros días de enero con la denuncia de una vecina que aseguró haber visto al animal en su casa. Funcionarios del gobierno provincial visitaron el hogar, donde inspeccionaron las presuntas huellas dejadas por la bestia.
Si bien no confirmaron la presencia del animal, sí consideraron la amenaza suficientemente creíble como para organizar un comité de búsqueda.
Para ello, la Dirección de Flora y Fauna convocó a especialistas en zoonosis y a personal de Defensa Civil para intentar rastrear al felino.
Mientras los expertos buscaban, creció la preocupación entre los vecinos.
La Municipalidad de Vicente López dijo a BBC Mundo que recibió varios correos electrónicos de ciudadanos preocupados por la posible presencia del animal.
En tanto, los medios comenzaron a reflejar la creciente paranoia. Según el diario Clarín, al menos 12 vecinos vieron al puma, un dato que es cuestionado desde la municipalidad.
También surgieron versiones sobre una supuesta grabación que lo mostraría caminando sobre un tejado y comenzaron a circular rumores sobre la desaparición de gatos que serían presas del animal, todo lo cual también fue desmentido por las autoridades.
Robertito
En febrero, ante la falta de pistas sobre el posible paradero del felino, un grupo de guardabosques probó una nueva táctica para atraerlo.
Para ello "reclutaron" la ayuda de un chivito, apodado Robertito.
Por una semana dejaron al cabrito de noche en una jaula en diversos puntos del barrio con la intención de que sus balidos atrajeran al depredador, pero eso tampoco funcionó.
Según varios vecinos, el animal habría elegido esconderse en un extenso parque que hace parte del predio de un famoso laboratorio de la zona, pero los rastrillajes de los expertos allí no mostraron indicios de su presencia.
En cuanto a su origen, las teorías son varias: al comienzo algunos sugerían que pudo haberse escapado de un circo, pero la hipótesis más mencionada (y más verosímil) es que un traficante ilegal de animales pudo haberlo soltado, al verse comprometido.
Entre el chiste y el miedo
La posible presencia de un puma en el barrio residencial de Olivos pasó a ser parte del folclore y se convirtió en referencia obligatoria de los humoristas argentinos.
Sin embargo, no todos se tomaron el asunto con liviandad.
Unos 80 vecinos firmaron un documento pidiendo al Consejo Deliberante que intervenga en la búsqueda del felino. Y un concejal propuso la creación de un "comité de crisis".
Fuentes de la municipalidad, que prefirieron mantenerse en reserva, dijeron a BBC Mundo que lo más probable es que el elusivo puma sea un mito más que una realidad.
No obstante, afirmaron que era su responsabilidad atender las preocupaciones de los vecinos.
"Si llegara a ser cierto y no hicimos nada sería nuestra culpa", confió una funcionaria.
Es por eso que a casi tres meses de la presunta aparición del puma aún se mantienen los patrullajes de seguridad, con asistencia de Defensa Civil.
En tanto, en los medios ya se habla de una "leyenda", y algunos comentaristas políticos han empezado a tejer sus propias teorías.
El columnista Daniel Pliner sugirió recientemente en el diario La Nación que la misteriosa figura podría ser una reencarnación del expresidente Néstor Kirchner, que merodea como un fantasma en los alrededores de su exresidencia oficial.
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