El líder de la comunión anglicana mundial, el arzobispo de Canterbury, Rowan Williams, anunció que dimitirá a finales de año.
Williams, de 61 años de edad, ha estado en el cargo durante diez años.
Su renuncia ocurre en medio tensiones dentro de la iglesia anglicana, y su rama episcopal en EE.UU., entre liberales y tradicionalistas por temas como la consagración espiscopal de mujeres y gays.
A finales de julio se espera que la Iglesia Anglicana otorgue su aprobación final a la consagración de mujeres como obispos.
La comunión anglicano-episcopal agrupa a unos 80 millones de cristianos en todo el mundo.
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